Podríamos considerar este punto de buceo como el primero dentro de la Reserva Marina. Quizás por esto sea una inmersión con no demasiada vida pero con unos paisajes únicos.
Dejando la barca fondeada en una lengua rocosa sobre los 5 metros de profundidad comenzamos la inmersión descendiendo a lo largo de una pared hasta alcanzar los 15 metros. Continuaremos nadando siempre con la pared a nuestra izquierda hasta que ésta termine, momento en el cual seguiremos recto hasta que delante de nuestros ojos aparezca una espectacular montaña cuyo fondo está en 23 metros en su cara Este y 28 en su cara Oeste, y su cima en 12. Es aquí donde podremos observar la mayor concentración de vida, meros, bancos de sargos, salpas, morenas… y en ocasiones espetones e incluso algún banco de bonitos!! Eso sin olvidar la nube de castañuelas que habitan alrededor de la cumbre y que bailan al son de nuestras burbujas.
Tras visitar esta montaña pondremos rumbo de vuelta, en esta ocasión dejando la pared a mano derecha hasta encontrar, sobre los 18 metros, una grieta que, perdiendo profundidad poco a poco, nos conducirá hasta un precioso cañón sin salida pero con unos bonitos contraluces.
Saliendo del cañón los más valientes podrán atravesar un pequeño túnel de unos 5 metros de longitud en el que suelen habitar cigarras y morenas y que nos encamina hacia un pasillo donde las rocas han creado unos techos, lugar elegido por pulpos y algún que otro mero como escondite.
Para finalizar nos espera la mejor vista de toda la inmersión. Subiendo hasta unos 7 metros de profundidad encontraremos la entrada trasera a una preciosa cueva, pequeña pero que para aquellos que conozcan los cenotes mexicanos seguro les trae buenos recuerdos. Descenderemos por dicha entrada un par de metros hasta que delante de nuestros ojos se abra la cueva, de unos 2 metros de altura por 20 de ancho, con todo un contraluz que nada tiene que envidiar a los mencionados cenotes. La atravesaremos para salir por la entrada principal, nadaremos por un corto cañón y pondremos rumbo de vuelta a la barca para realizar la parada de seguridad en la plataforma donde la habíamos dejado fondeada.